El campanu, una tradición que mueve miles de euros
- 16 Mayo, 2018
- Blog Nordfish
El primer salmón de la temporada recibe el nombre de campanu ya que tradicionalmente las iglesias hacían repicar sus campanas cuando llegaban los primeros ejemplares de la temporada, avisando así a los pescadores de que convenía acercarse al río.
No es una tradición exclusiva de España. En Noruega se conoce al primer salmón de la temporada como premiärlaxen (literalmente, “primer salmón”), y en Escocia e Irlandase celebran sendas ceremonias para dar inicio a su captura. Pero su pesca ya no es lo que era.
Hoy el salmón está en grave riesgo de desaparecer de los ríos españoles. Desde 2002, la legislación prohíbe la comercialización de la pesca continental, pero tanto Cantabria como Asturias cuentan con una enmienda que permite la venta del campanu y del resto de los salmones que se pesquen el primer día de temporada en las cuencas de los ríos: el primer domingo de abril en Cantabria y el tercero en Asturias. Es por ello por lo que su precio es tan elevado: solo los ejemplares capturados este día pueden degustarse.
Se ha llegado a vender por 18.000 euros
En el Principado hay mayor afición en torno a la compraventa del interfecto, y es allí donde se alcanzan cifras astronómicas. Desde 2005 se celebra la subasta del campanuen el monasterio de San Salvador Cornellana (en el municipio asturiano de Salas), como colofón de la Feria del Salmón. La subasta cuenta con un estricto reglamento, que garantiza que el campanu es auténtico. Pero con semejantes precios no es fácil evitar la picaresca.
Aunque no ha habido más casos de fraude constatados, la sombra de la duda siempre ha pendido sobre el campanu dado su elevado precio, y es habitual escuchar todo tipo de rumores entre los pescadores, sobre capturas previas a lo reglamentado o en zonas no permitidas.
También hay polémica en torno al lugar en el que debe realizarse la subasta. Desde Cornellana se reivindica que la puja debe de hacerse en Salas, pues el Ayuntamiento cuenta con una patente para realizarla, pero en Cangas de Onis se defiende la libertad del pescador para hacerla también a orillas del Sella.